El porcelánico es un material compacto, resistente, caracterizado por una porosidad casi inexistente y por tanto un valor bajo  de absorción de agua.

Una característica especial de las losas de porcelánico es su propia composición. Solo se utilizan los materiales más puros, como minerales, caolín, feldespato, arcilla que componen el 99% de cada losa, mientras que los colores de origen natural completan su apariencia estética. La fase de densificación tiene lugar sin adición de colas ni resinas, pero mediante prensado mecánico a más de 500 kg/cm² y cocción en hornos de más de 90 m de largo a una temperatura superior a 1.250 °C, se obtiene un material homogéneo y compacto. .

Se utiliza una tecnología innovadora que permite obtener placas cerámicas exclusivas, evitando texturas repetitivas y efectos replicados propios de la cerámica decorada más tradicional.

Cada baldosa tiene unas particularidades exclusivas e identificativas.

De hecho, es un producto resistente a los agentes externos. Su estructura cerámica de baja porosidad garantiza una alta impermeabilidad a los ácidos, la suciedad y el hielo.